La máquina del tiempo

Lo tenemos. Tras siglos de búsqueda, pruebas y experimentos por parte de científicos, físicos y filósofos, en ID Hostelería hemos dado con la respuesta: hemos descubierto dónde se encuentra la máquina del tiempo.

Pero esta no es la gran noticia. El titular es que se encuentra en las cocinas. Y que…funciona!!

La máquina del tiempo son las croquetas.

Origen de las croquetas

Determinan diversos autores que nacieron en Francia, de la mano de los mejores cocineros del siglo XIX, al servicio de la realeza y alta alcurnia de entonces. Otras lenguas hablan de que tienen origen italiano, allá por el siglo XVI, y después los franceses copiaron la idea. Lo único claro en esta historia es que los españoles llegamos después, las mejoramos y las hicimos nuestras. ?

El término croquetase atribuye a crujir, pues en sus inicios la masa de la misma era de patata y estaba mucho más dura que la que conocemos. Con el tiempo, la receta de patata pasó a bechamel y con ello fue cambiando y haciéndose más blandita y jugosa. Y ganó, dónde va a parar. Miedo nos dan las siguientes vueltas a la receta: ¿podrán hacer que resulten más ricas todavía?

Tipos de croquetas

A una croqueta se le puede echar prácticamente todo, desde las sobras de cualquier plato que elaboremos hasta convertirlas en principal de la mesa:

  • Croquetas basadas en carne: de jamón ibérico, rabo de toro, lacón, chorizo, jabalí…
  • Croquetas basadas en algún pescado: merluza, gambas, bacalao, marisco…
  • Croquetas de pollo.
  • Croquetas de setas: champiñones, boletus…
  • Croquetas de queso: azul, gorgonzola, brie, cabrales, parmesano…
  • Croquetas de verduras: calabacín, coliflor, puerro…
  • Croquetas del cocido o del puchero.
  • Croquetas de arroz.
  • Croquetas dulces: de chocolate, manzana…

Cuándo elegir croquetas como tapa

Una buena tapa de croquetas suele ser apuesta segura. Aconsejamos huir de productos ultracongelados o congelados, pues generalmente hacen perder la esencia y la calidad de la receta original.

Con una buena presentación y respetando su calidad, puede ser la reina en cualquier bautizo, comunión o boda. Se pica de pie y es fácil de llevar a la boca. Y a todo el mundo le gusta.

Los niños suelen adorar las croquetas por su limpieza y rapidez a la hora de comerlas. Los padres, además, no temen por tener que lavar en caliente luego.

Cómo encontramos la máquina del tiempo

El tiempo tiene paso militar: tic, tac, tic, tac… Transcurre inexorable, igual para todos, sin distinguir entre ricos y pobres, raza, color o lugar.

Ley de vida es que vayamos despidiendo a nuestros mayores. Abuelos y padres van dejándonos a nuestro sino, a la aventura, tras años y años de acompañamiento de la mano. Sucede, pues, que los echemos de menos algunos días, tal vez con mayor intensidad en determinadas fechas. Y es cuando recordamos momentos felices vividos con ellos.

La mente humana es sabia: la memoria selectiva elimina los malos recuerdos y se queda con los buenos, que además adorna para hacerlos aún más imborrables. Las situaciones en torno a una mesa, en reuniones familiares, suelen predominar.

Y es en esas reuniones donde aparecen cocidos, albóndigas y…croquetas.

Las croquetas nos hacen viajar en el tiempo para estar junto a nuestros antepasados, y revivimos caras y sonrisas y besos. Almuerzos y cenas donde reinaba el amor y que ya no volverán, pero por las que hemos de estar eternamente agradecidos de haberlas disfrutado. Las croquetas de la abuela o de mamá han sido, son y serán las mejores.

Y así es como en ID Hostelería nos hemos dado cuenta dónde está la máquina del tiempo. O, al menos, una de ellas. ?

Por cierto, para facilitar el trabajo en la cocina y hacer unas croquetas fantásticas, te ofrecemos algunas soluciones:

Las croquetas de elaboración tradicional requieren que su pasta sea removida de forma continua para poder prepararlas. Nuestra Thermomix realizará esta tarea, evitándonos estar pendientes de la preparación de la bechamel y ahorrándonos tiempo. El resultado será una masa de croquetas perfecta.

Las croquetas se deben freír de pocas en pocas piezas. Para ello que mejor manera de hacerlo que con una buena freidora pequeña, como la que mostramos en nuestro artículo.

Otra forma de freírlas es en un fogón. Pero es importante que antes de sumergir las croquetas el aceite se encuentre ya caliente para que estas se frían de manera uniforme y todo por igual. Por eso es conveniente freírlas en un cazo pequeño, o en una buena sartén honda y no muy grande y utilizando siempre una buena cocina como la que presentamos.

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